Es un vínculo profundo entre mujeres de diferentes edades que permite el intercambio de conocimientos, vivencias y perspectivas. Es un acto de empoderamiento mutuo donde las mujeres mayores guían y apoyan a las más jóvenes, mientras que estas aportan nuevas ideas y energía. Este puente entre generaciones honra el pasado, fortalece el presente y asegura la continuidad de las luchas y logros del movimiento feminista.